¿Por qué es clave que un cronograma cumpla con los 14 puntos del DCMA para un buen análisis de Montecarlo?

En el mundo de la gestión de riesgos, uno de los errores más frecuentes que veo cuando se realiza un análisis de Montecarlo es asumir que cualquier cronograma es válido para ello. Spoiler: no lo es. Si el cronograma no cumple con unos criterios básicos de calidad y lógica, los resultados del análisis no solo serán inexactos, sino incluso peligrosamente engañosos. Aquí es donde entran en juego los 14 puntos del DCMA (Defense Contract Management Agency).

¿Qué son los 14 puntos del DCMA?

Los 14 puntos del DCMA son una lista de verificación de buenas prácticas desarrolladas por el Departamento de Defensa de EE.UU. para evaluar la calidad de un cronograma de proyecto. Estos criterios aseguran que el cronograma sea completo, lógico, y represente fielmente el plan de trabajo. Aunque surgieron en el ámbito militar, su utilidad se ha extendido a todo tipo de proyectos complejos: construcción, energía, IT, aeroespacial, etc.

¿Por qué importan tanto para el análisis de Montecarlo?

El análisis de Montecarlo, consiste en simular miles de escenarios posibles para estimar la probabilidad de cumplir plazos, costes u otros objetivos del proyecto. Pero… ¿qué pasa si las entradas del modelo (es decir, el cronograma) no están bien?

Te lo digo claro: si el cronograma tiene relaciones lógicas rotas, tareas sin duración, restricciones innecesarias o un mal uso de los calendarios, lo que estás simulando no es tu proyecto real, sino una ficción. Y basar decisiones críticas en una ficción puede costar muy caro.

5 razones concretas por las que los 14 puntos del DCMA son esenciales antes de correr un análisis de Montecarlo:

  1. Aseguran la lógica de red: sin relaciones válidas entre tareas, los caminos críticos no son reales. Montecarlo necesita rutas bien definidas.
  2. Eliminan fechas fijas innecesarias: las restricciones de tipo “comenzar en” o “terminar en” distorsionan la flexibilidad del análisis probabilístico.
  3. Detectan tareas sin duración o hitos mal definidos: estas pueden crear falsas expectativas en las simulaciones.
  4. Verifican la integridad del calendario y la asignación de recursos: algo que afecta directamente a la duración y al float de las actividades.
  5. Permiten una validación objetiva del cronograma antes de usarlo como input de riesgos: sin esto, no tienes una base sólida.

¿Y qué pasa si no los cumples?

He visto casos donde un análisis Montecarlo daba una probabilidad del 80% de terminar en plazo… pero el cronograma tenía más del 30% de tareas sin lógica. Eso no es confianza, es autoengaño estadístico.

Por eso, en todos los proyectos que asesoramos desde nuestra consultora, aplicamos una validación previa con los 14 puntos DCMA antes de lanzar cualquier simulación. Y los resultados son evidentes: cronogramas más robustos, simulaciones más realistas y, sobre todo, mejores decisiones.


Conclusión

No basta con tener un software potente o saber manejar herramientas como Primavera Risk Analysis, Safran o Risky Project. Si el cronograma base no está bien construido, el análisis Montecarlo será poco más que una ilusión.

Cumplir con los 14 puntos del DCMA no es una opción, es una necesidad para cualquier organización que quiera hacer gestión de riesgos de verdad. Porque en riesgos, como todo en la vida, si partes de una mala base, todo lo que construyas encima tambalea.


¿Te interesa mejorar la calidad de tus cronogramas antes de analizar riesgos? Escríbenos y te contamos cómo lo hacemos paso a paso.

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