Entornos BANI/QANI: Una nueva mirada para la gestión de riesgos

En el mundo de la gestión de riesgos, los cambios son una constante. Tradicionalmente, los entornos VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad) han sido la lente a través de la cual analizamos el contexto empresarial. Sin embargo, en los últimos años, los entornos BANI (Brittle, Anxious, Nonlinear, Incomprehensible) o su adaptación al español, QANI (Quebradizo, Ansioso, No lineal, Incomprensible), han surgido como una evolución que refleja mejor las características de los desafíos actuales.

A continuación, exploraremos qué son los entornos BANI/QANI y cómo pueden ser útiles para gestionar los riesgos en un mundo cada vez más impredecible.

¿Qué son los entornos BANI/QANI?

Los entornos BANI/QANI describen una realidad aún más frágil, desordenada e incierta que la descrita por VUCA, con un enfoque en cuatro características principales:

  1. Quebradizo (Brittle): Las estructuras y sistemas, aunque parecen sólidos, son frágiles y colapsan ante eventos inesperados.
    Ejemplo: Una cadena de suministro global puede romperse ante una crisis logística o geopolítica.
  2. Ansioso (Anxious): Las personas y organizaciones sienten una presión constante debido al cambio acelerado y la falta de control sobre el entorno.
    Ejemplo: El impacto psicológico y organizacional del trabajo remoto de forma masiva sin preparación previa.
  3. No lineal (Nonlinear): Los resultados ya no guardan proporción con las causas, lo que hace que sea difícil predecir consecuencias.
    Ejemplo: Una pequeña acción, como un tuit viral, puede tener repercusiones gigantescas en la reputación de una empresa.
  4. Incomprensible (Incomprehensible): La velocidad de los cambios hace que sea imposible comprender totalmente los sistemas o anticipar el futuro.
    Ejemplo: Las tecnologías emergentes como la IA transforman sectores enteros antes de que podamos entender su impacto completo.

Gestión de riesgos en entornos BANI/QANI

Adaptar la gestión de riesgos a un entorno BANI/QANI requiere un cambio en el enfoque tradicional. A continuación, presentamos tres estrategias clave:

  1. Construir resiliencia organizacional:
    Enfrentarse a lo quebradizo implica diseñar sistemas más robustos y redundantes. Esto incluye diversificar proveedores, crear equipos más autónomos y adoptar tecnologías que permitan adaptarse rápidamente a los cambios.
  2. Fomentar la inteligencia emocional y la calma bajo presión:
    La ansiedad colectiva requiere que los líderes desarrollen habilidades de comunicación efectiva y empatía para gestionar el estrés y mantener a sus equipos enfocados.
  3. Apostar por la agilidad:
    Para lidiar con la no linealidad y la incomprensibilidad, es crucial adoptar metodologías ágiles que permitan experimentar, medir y ajustar continuamente, en lugar de depender de planes rígidos.

¿Por qué BANI/QANI es relevante hoy?

Los entornos BANI/QANI no son solo un marco conceptual; representan una herramienta práctica para entender y anticipar los riesgos actuales. Reconocer estas características en el entorno que nos rodea permite a las organizaciones prepararse para lo inesperado, desarrollar estrategias más adaptativas y mantener una ventaja competitiva incluso en tiempos de caos.

En resumen, el cambio hacia un enfoque BANI/QANI en la gestión de riesgos no solo es necesario, sino inevitable. Si quieres llevar a tu organización al siguiente nivel en la gestión de incertidumbre, empezar a analizar tu contexto bajo este marco puede ser el primer gran paso.

¿Tu organización está lista para enfrentar lo quebradizo, ansioso, no lineal e incomprensible?

Si quieres saberlo, no dudes en contactarnos y te haremos un diagnóstico de tu organización y te ayudamos a ser más resiliente a los entornos BANI

Sin comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *